Todas las relaciones entre personas tienen ciertas reglas, que son inherentes o se fueron formando con el tiempo. En la amistad, puede ser que cada miércoles te reúnas con tus amigas a platicar sobre acontecimientos de la semana. En la casa, puede que las tareas domésticas se repartan equitativamente entre los hermanos y otras a los padres. Pues bien, todas estas reglas que se realizan a diario son también acuerdos de convivencia. Dichos acuerdos nos hacen libres y ayudan a construir un ambiente sano y de paz con el otro. Aprende más aquí:

CONVIVENCIA

Según la Real Academia de la Lengua Española (RAE), convivencia significa vivir en compañía de otro u otros. El prefijo latino con- corresponde a las palabras “conjuntamente” o “en común”, o sea, vivir juntos.

ACUERDOS DE CONVIVENCIA

La convivencia puede ser tan buena o mala como nosotros mismos queramos. ¿Te ha pasado que entras a un lugar de reunión y el ambiente se siente pesado? Que hasta te privas de hablar o compartir tu opinión porque es probable que te incomoden. Pues bien, esto es parte de lo que nadie quisiera tener, un ambiente que por sus características sabemos que no acabará bien. Pero de igual manera, las personas allí así han acordado que sea la convivencia. Los acuerdos de convivencia hacen referencia a todos esos comportamientos, valores y actitudes que son aceptados como regla para relacionarse entre los miembros. Estos se establecen de manera escrita o hablada en una comunidad y usualmente se busca que sean positivos y saludables. Además se crean para fortalecer las relaciones interpersonales y generar un ambiente propicio. Por ejemplo, en una reunión de Comité de Parque es importante se escuchen y respeten las opiniones de todos. A pesar de que no todas las opiniones terminan en decisiones, lo importante es que cada integrante se exprese. Trata de que tus acuerdos de convivencia se apeguen a los valores, especialmente al respeto. Recuerda que si vives sana y pacíficamente con los otros, creces como persona y por lo tanto, como sociedad.