Una jornada de limpieza es una actividad para recolectar residuos de distinta naturaleza, tanto orgánicos como inorgánicos. Su objetivo es reducir el impacto negativo de la basura en un área determinada y sus alrededores, y con ello evitar la proliferación de fauna nociva, la acumulación de distintos tipos de basura y desechos. Las jornadas para el retiro de basura implican organización, planeación y logística, que se pueden resumir en tres etapas. Es muy importante documentarse y sensibilizarse acerca de la necesidad de las jornadas de limpieza. Asimismo debe formarse un grupo de trabajo con personas que estén interesadas en este tipo de actividades. De esta forma podrán realizar de manera eficaz la actividad de limpieza y cumplir las tareas necesarias.

Ideas para organizar una jornada de limpieza

Antes de la jornada

Es importante poder visitarse el área afectada para conocer la situación real del sitio y poder prepararse con anticipación. También debe contarse con un mapa para marcar las zonas en las que haya residuos orgánicos, inorgánicos y de construcción. Antes de iniciar las jornadas es necesario dar a los voluntarios una pequeña charla acerca de las particularidades del lugar. Y poder darles las medidas de seguridad necesarias, así como la importancia y tipo de actividades a realizar. Una vez determinado el número de personas que participarán, será necesario adquirir el material requerido: guantes, cubetas, bolsas de basura y herramientas necesarias. Las medidas de seguridad son un factor determinante para llevar a buen término este tipo de actividades. El siguiente paso es programar las fechas de las jornadas y establecer un punto de encuentro que más convenga. Es muy conveniente programar las jornadas en los días libres o fines de semana para que asistan más voluntarios. También es recomendable elegir los meses más secos (noviembre a marzo), ya que se evita el follaje denso y las lluvias. Es importante comenzar temprano (entre las 7 y las 8 de la mañana) y no durar más de 5 horas.

Durante la jornada

Hay que definir y delimitar las áreas donde se concentrarán los distintos tipos de residuos que se recolectarán. Es importante tener en cuenta que hay que acumularlos en sitios donde puedan recogerlos los camiones de basura. Es necesario indicar las tareas y actividades que debe realizar cada voluntario que estará ayudando en las labores. Ya sea el retiro de basura, de material orgánico o de construcción, así como proveer agua suficiente para todos.

Después de la jornada

Se deberá verificar el manejo y destino final de los residuos extraídos y realizar actividades preventivas para evitar que nuevamente se acumulen desechos en esas áreas. Las actividades de limpieza podrían enriquecerse organizando una jornada integral de educación ambiental para el interés de todos. Puede enseñarse sobre actividades de reciclaje y elaboración de composta y otros temas relevantes sobre el medio ambiente. Como conclusión, podemos decir que, más allá de sacar basura, las jornadas de limpieza son útiles para fomentar una cultura de responsabilidad hacia nuestros recursos naturales.

¿Qué esperas para formar parte de una jornada de limpieza?