De entrada un líder y un buen líder son conceptos diferentes, pero uno puede volverse otro y viceversa. Mientras a uno puedes llegar a odiarlo dentro de cualquier ámbito, el otro podría ser tu modelo a seguir. Por lo que es necesario conocer las diferencias entre un líder y un buen líder, ya que ¿quién sabe? A lo mejor te encuentres siendo alguno de los dos sin saberlo.

¿QUÉ ES SER LÍDER?

Según la Real Academia de la Lengua Española (RAE), es aquella “persona que dirige u orienta a un grupo, que reconoce su autoridad”. De igual manera lo define como “persona, equipo o empresa situados a la cabeza en una clasificación”. Algunas personas pueden ser líderes porque ellos así se autoproclamaron pero, en otros casos (como en las organizaciones), estos dirigentes se pueden elegir.

DIFERENCIAS ENTRE UN LÍDER Y UN BUEN LÍDER

Se podría pensar a un líder o dirigente como una persona que únicamente está a cargo de un trabajo. Mientras que un buen dirigente le pone espíritu a este trabajo y lo convierte en un proyecto en común. Un buen dirigente puede pensar en su beneficio y en el de los demás, por lo que trata de inspirar. No necesariamente tienen un puesto de directivo, sino que su poder se lo gana por sus seguidores. Los líderes imponen su autoridad, buscan que el trabajo salga principalmente por los fines monetarios que esto conlleva. No necesariamente guían a los demás sino que dirigen para que los pendientes salgan. Los buenos dirigentes se apoyan de las opiniones y buscan una mejora continua tanto laboral como moral. Pero, el otro dirigente no está estrictamente interesado por el bienestar del que le rodea. Realmente lo que diferencia a uno del otro es su manera de ser con las personas con las que interaccionan. Si caíste en el rubro que no querías ¡no te preocupes! Con un poco de humildad puedes llegar a inspirar a los otros y convertirte en su ejemplo.