Cuando escuchamos la palabra “contaminación” no podemos dejar de relacionarla con algo malo o sucio. En general es cualquier diferencia que afecte el ambiente y por consecuencia a la persona. Pero, ¿en qué medida? O ¿cuáles son los riesgos de esta exposición? En este caso nos centraremos en el tipo de contaminación visual. Sus efectos van más allá de la molestia de visualizar algo que distorsiona el medio. Por lo que es importante conocer lo que este problema ambiental puede ocasionar.

CONTAMINACIÓN VISUAL

Hablamos de contaminación visual cuando la capacidad de absorción de datos en el cerebro humano se ve rebasada por la cantidad de estos en el paisaje. O sea que al observar un paisaje visualizamos un montón de objetos o datos que saturan y generan molestia. Estos rompen la estética del paisaje y en su mayoría se trata de elementos “no naturales”.

EFECTOS DE LA CONTAMINACIÓN VISUAL

Quizás el más peligroso efecto en este tipo de contaminación es el de la distracción. Al transitar una calle saturada de señalizaciones o anuncios publicitarios, la atención al control del automóvil disminuye. Alterando el nivel de concentración del conductor y provocando accidentes de tránsito. Por lo que las alteraciones del sistema nervioso son las que predominan en este problema ambiental. Generando estrés, dolores de cabeza y  malhumor en las personas expuestas. Además resta valor a una ciudad, ya que un lugar recargado en elementos, es poco agradable. Genera esa molestia y pesadez que las personas en ciudades industrializadas tratan de evitar. Incluso tiende a afectar el rendimiento laboral por las afecciones a la salud anteriormente descritas. Tal vez hoy por hoy la contaminación visual no sea un problema para ti, pero en algún momento lo será. Es vital regular el desmedido uso de elementos en la vía pública y optar por un ambiente en el que sociedad y entorno puedan existir armoniosamente.