Los fertilizantes orgánicos son una alternativa cada vez más popular para los agricultores y jardineros que buscan cultivar alimentos saludables y proteger el medio ambiente.
A diferencia de los fertilizantes químicos, estos productos se elaboran a partir de materiales naturales y aportan nutrientes a las plantas de forma gradual y sostenida.
Los fertilizantes orgánicos son sustancias que se obtienen a partir de materia orgánica en descomposición, como restos de plantas, animales o estiércol. Estos materiales, al descomponerse, liberan nutrientes esenciales para el crecimiento de las plantas, como nitrógeno, fósforo y potasio.
Conoce más acerca del césped en los parques aquí
Mejora la calidad del suelo: incrementan la materia orgánica del suelo, mejorando su estructura y capacidad de retención de agua.
Promueven la vida microbiana: estimulan el desarrollo de microorganismos benéficos que descomponen la materia orgánica y hacen los nutrientes más disponibles para las plantas.
Reducen la contaminación: al ser de origen natural, no contaminan las aguas subterráneas ni el aire.
Sabores más intensos: los cultivos fertilizados con productos orgánicos suelen tener sabores más intensos y saludables.
¿Quieres preparar tus propios fertilizantes orgánicos? Aprende cómo preparar cinco fertilizantes caseros:
Beneficios: aporta una amplia gama de nutrientes esenciales para las plantas y mejora la estructura del suelo.
Proceso:
Llena una regadera o recipiente con agua caliente.
Agrega una cantidad generosa de compost y deja reposar durante 24 horas.
Cuela el líquido y úsalo para regar tus plantas.
Beneficios: rico en nitrógeno y potasio, estimula el crecimiento de hojas y raíces. También actúa como fungicida natural.
Proceso:
Llena un recipiente con agua y hojas frescas de ortiga.
Tapa el recipiente y déjalo fermentar durante 10-15 días en un lugar oscuro.
Diluye el purín en agua antes de usarlo (1 parte de purín por 10 partes de agua).
Beneficios: aporta calcio y fósforo, esenciales para el desarrollo de raíces y frutos.
Proceso:
Hierve huesos de pollo o res en una olla con agua durante varias horas.
Cuela el líquido y déjalo enfriar antes de usarlo.
Beneficios: aportan calcio y mejoran la estructura del suelo.
Proceso:
Lava y seca bien las cáscaras de huevo.
Tritúralas hasta obtener un polvo fino.
Espolvorea el polvo sobre la tierra alrededor de las plantas.
Beneficios: acidifican el suelo, aportan nitrógeno y mejoran la estructura del suelo.
Proceso:
Deja secar los restos de café molido.
Espolvorear sobre la tierra alrededor de las plantas acidófilas (azaleas, hortensias, etc.).
Rotar los fertilizantes: alterna el uso de diferentes fertilizantes para evitar el agotamiento de nutrientes en el suelo.
Observar a las plantas: presta atención a las necesidades de cada planta y ajusta la frecuencia y cantidad de fertilizante en consecuencia.
Realizar pruebas: si no estás seguro de las necesidades de tus plantas, realiza pruebas en pequeñas áreas para evaluar los resultados.
Compost casero: el compost es un fertilizante versátil y fácil de hacer. Puedes compostar restos de cocina, hojas secas y césped.
Descubre más acerca de los polinizadores en los parques
La elaboración de fertilizantes orgánicos caseros es una actividad sencilla y gratificante que te permitirá cuidar tus plantas y el medio ambiente de forma natural.
Prepara tus fertilizantes orgánicos y ¡Dale vida a tu parque!
Autor: Raúl López | Gestor ambiental en Parques Alegres IAP