¿Qué es la contaminación lumínica?
Dentro de los tipos de contaminación, existe uno muy ligado a la contaminación visual. Se trata de la contaminación lumínica, y abarca toda la iluminación que proviene de fuentes artificiales de luz.
Cualquier persona puede ser víctima de ella, pero en los lugares urbanizados se da más. Si esta noche el cielo está despejado y aun así no puedes ver las estrellas, es probable que tu ciudad se encuentre ante este problema.
CONTAMINACIÓN LUMÍNICA
Según el Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México UNAM, la contaminación lumínica se define como el flujo luminoso proveniente de fuentes artificiales de luz. Este provoca el aumento del brillo del cielo nocturno, lo que dificulta la contemplación de los astros.
Además, decíamos que se relacionaba con la contaminación visual, ya que también puede afectar la vista. Una luz resplandeciente puede generar este efecto en el espectador y cuando hablamos de una molestia inducida, hablamos de contaminación.
Por ejemplo, usar la computadora o televisión muy cerca de la vista, genera fatiga ocular y dolor de cabeza. O cuando vas manejando y un carro detrás de ti trae luces LED reflejando justo en tus ojos. Son situaciones que podemos vivir diariamente y que podemos disminuir si nos culturizamos sobre el uso de la luz artificial.
La contaminación lumínica es producto del uso ineficiente, innecesario y extremo de fuentes de luz artificial. Lo mejor es empezar a preguntarnos si realmente necesitamos esa luz encendida. E iniciar una práctica de apagado y encendido de luces con más consciencia dentro de nuestra casa.
Otra manera de contribuir es el cambio de los focos por unos menos potentes. Es decir, ¿realmente requieres uno con tanta cantidad de watts? Recuerda que un foco tan blanco e intenso abruma.
Sabemos que la tarea no es sencilla, eso de tener en mente qué espacio requiere iluminación o cuál no. Pero en algún punto te acostumbrarás a la práctica y hasta tu recibo de luz doméstica te lo agradecerá.
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