Lo que hace apenas dos años era un basurero se ha convertido en un huerto orgánico y en un lienzo para el arte comunitario en la colonia Barrancos III.
Ahí, vecinas y vecinos, con el acompañamiento de Parques Alegres IAP, emprendieron una transformación que hoy representa un respiro frente a la violencia y el abandono que por años marcó esta zona de la ciudad.
“Antes esto estaba echado a perder, la gente venía a drogarse aquí”, recuerda Juan Benito García, vecino del sector.
“Ahora con el mural y el huerto todo cambió. La colonia tiene otra vista, ya no se siente ese abandono”.
En el Parque Canaco hay un mural que fortalece la comunidad
El proyecto inició con la limpieza del terreno y la siembra de árboles frutales, hortalizas y plantas medicinales: maíz, calabaza, jamaica, guayaba, moringa, plátano y hasta aguacate.
“No es negocio, es para quitarse el hambre. La gente puede cortar nopales, tomate o lo que haya, solo pedimos que no sea para vender”, explica Guadalupe Gastélum, quien vive justo frente al huerto y es uno de los encargados de cuidarlo.
Parques vivos: comunidades más fuertes
Alrededor del espacio, un mural pintado por la artista visual Cruz refuerza a través de Vamos Pintando el objetivo de la intervención en el espacio. En él se representan niños jugando, columpios y la vida que hoy brota donde antes había basura.
“Quisimos dejar un mensaje positivo y recordar que este lugar ahora es un huerto que beneficia a todos”, señala la muralista, quien trabajó junto con vecinos y amigas en varias sesiones para concretar la obra.
¿Sabías que las palomas turcas de collar son parte de nuestros parques?
El cambio se refleja también en el ánimo de la comunidad, quienes se han concentrado en seguir trabajando para mantener su espacio limpio y vivo.
“Esto nos llena de orgullo. Ya no se escuchan destrozos ni se siente peligro. Cuando veo que alguien quiere dañar el huerto, les llamo la atención. Porque esto ya es de todos”, afirma el señor Guadalupe.