Ya paso la rosca, a algunos nos tocó el Niño Dios y ahora nos toca invitar los tamales el Día de la Candelaria. Pero, ¿De dónde viene esta tradición y porqué comemos tamalitos este día? Te compartimos un poquito de esta historia.

Historia del día de la Candelaria

La Fiesta de “La Candelaria” se celebra cada 2 de febrero, coincidiendo con la celebración de la Presentación del Niño Jesús en el Templo y la Purificación ritual de la Virgen María. A mediados del siglo V esta celebración era conocida como la “Fiesta de las luces”. De ahí viene el nombre “Candelaria” ya que esta proviene del Latín “Candela”, esta palabra se utilizaba para llamar así a las velas, que iluminaban los hogares. El festejo del Día de la Candelaria es un sincretismo entre la cultura prehispánica y las tradiciones católicas que se han modificado con el paso de los años. El día de la candelaria también es tradición cambiarle de vestidos al Niño Dios. Esto porque en la festividad celebrada por la Iglesia Católica se dice que este día la Virgen María llevó al niño a presentarlo al templo.

¿Por qué comemos tamales el día de la Candelaria?

Recordemos que en nuestro país esta tradición se mezclo con la cultura Prehispánica. En ella estaba la tradición de bendecir el maíz llevándolo a los templos. Con el fin de que estas sean bendecidas para sembrarlas posteriormente y así cumplir con el ciclo agrícola, este proceso o ritual que hacían nuestros antepasados junto con el 2 de febrero que de acuerdo al calendario azteca era el primer día del año y lo celebraban en honor a Tláloc, Chalchiuhtlicue y Quetzalcóatl. En nuestros días los tamalitos sustituyen al maíz y los compartimos con nuestros amigos y seres queridos, todavía celebrando el inicio del año.