Mayté Olivas Castro es vicepresidenta del Parque, indica que diariamente el espacio público recibe entre cien y doscientas personas, pero ahora, con la incorporación del programa, la afluencia ha incrementado considerablemente. Chicos y grandes acuden a aprender algo nuevo.
 
“Es una serie de cursos gratuitos. Durará seis meses. La respuesta ha sido muy buena, he visto que a mucha gente le ha llamado la atención, se acerca y pregunta por los cursos”.
 
Las clases son gratuitas. Debajo de un árbol, apoyada en una mesita se encuentra Tomasa Ponce Ramírez, maestra de primaria con 28 años de trayectoria. Por las tardes instala el Club de tareas y apoya a las y los niños que se acercan con dudas, principalmente sobre multiplicaciones, lectura y escritura.
 
“Tengo tiempo conociendo a los niños, cómo son, qué hacen, qué les gusta. Los niños son alegres, divertidos, a veces vienen tristes y al abrazarlos y decirles que los quiero, se sienten acompañados por uno; eso me hace sentir feliz porque sienten un apoyo por nosotros. Les digo: te quiero, hijo o hija y sienten el cariño que les doy”, comenta.
 
Así la docente ha logrado que más niñas y niños se acerquen  solicitarle ayuda con las tareas escolares. Traen sus libros, libretas y lápiz. 
 
Comenta que decidió participar en el Club de tareas, debido al retraso educativo que observa en muchas niñas y niños, a partir de la pandemia. Ellos, dice, necesitan el apoyo y qué mejor que este llegue a un entorno agradable, al aire libre. 
 
 
 
Entre las alumnas más entusiastas se encuentra Michelle, una adolescente, estudiante de segundo de secundaria, quien sueña con formar una banda de rock con sus amigas y triunfar con grandes éxitos.
 
“Quise venir y aprender a tocar la guitarra para aprenderme unas canciones que me gustan. Hasta ahorita ha sido fácil. He aprendido algunas notas musicales”, comenta.
 
José Francisco López, el presidente del parque y la Unidad Deportiva Antonio Nakayama, misma que se encuentra en óptimas condiciones y recibe a cientos de niños para la práctica de futbol, indica que la clave es el trabajo en equipo de las y los vecinos.
 
”Nos unimos para rescatar el espacio este porque estaba abandonado. Había muchos delincuentes, rateros, todo eso”, comenta.La clave, añade, es convencer a adolescentes y jóvenes que, al sumarse a las labores, pronto ellos también serían usuarios del espacio deportivo.