Este programa de la Fundación PlaceMaking México realiza una consulta con usuarios de cuatro a seis años, a fin de conocer los juegos que les interesan e instalar infraestructura.
Áreas para jugar a las escondidas, un muro de escalar, resbaladillas de diferentes tamaños y mucho color; son algunas de las propuestas de niñas y niños de cuatro a seis años realizaron para mejorar el parque de su colonia.
Se trata de la consulta emprendida recientemente por la Fundación PlaceMaking México, a través de su programa Lugares Amigables para la Primera Infancia (LAPIS), con el que, a través de un dibujo las infancias describen cómo transformarían el espacio público cercano a su hogar en el parque ideal para jugar y convivir.
Esta consulta se llevó a cabo en el Parque Del Desierto, en el sector Prados del Sol, ubicado hacia el sur de Culiacán. Con crayolas, cerca de 14 niños y niñas plasmaron qué haría más divertidos sus juegos. Al mismo tiempo, sus madres y padres recibían un Taller para Cuidadores y posteriormente llenaron un documento en el que describían los elementos que ofrecen comodidad e imagen al parque y las áreas de oportunidad de este espacio.
Pequeñas acciones ciudadanas generan grandes cambios
Un lugar más amigable para los más pequeños
Cristina Durán, coordinadora de Comunidades del programa LAPIS, comentó que este modelo permite conocer cómo observan las y los niños su parque y cómo creen que podría mejorar, de acuerdo a lo que a ellos les gusta o les gustaría jugar.
“Les preguntamos qué hacen normalmente. El objetivo de este taller es descubrir a qué juegan los niños. No podemos intuir que, a lo que se juegan las y los niños en Tijuana es a lo que juegan niñas y niños aquí en Culiacán. La idea es guiar a que los niños realicen otro tipo de actividades."
Esta consulta es la segunda actividad que se realiza en Culiacán con el programa LAPIS. La primera consistió en un cruce seguro para un jardín de niños de la colonia Chapultepec. En tres años este programa ha realizado 54 intervenciones en gran parte de la República Mexicana, y cinco más en cinco países de América Latina, y para el resto del año plantea 20 intervenciones más.
La Fundación trabaja con apoyo de empresas donatarias interesadas en promover espacios públicos más accesibles y amigables para la primera infancia. Los parques en los que se realizan este tipo de intervenciones, generalmente se ubican junto a una escuela, jardín de niños y/o primarias, a fin de garantizar usuarios cercanos. En ese análisis del contexto social y urbano también se prioriza aquellos parques apartados de avenidas muy transitadas y que representen un peligro para los usuarios.
“Una vez que se aprueba, se agenda el taller y se hace un enlace vecinal, personas con poder de convocatoria, así nos coordinamos con Parques Alegres, a fin de llegar al presidente del comité de este espacio público. Intentamos que el taller se realice en dos ocasiones: en la mañana y en la tarde, a fin de tener una ventana más grande. Con las y los niños comenzamos por un cuento y con los adultos una actividad para que se sientan como diseñadores, que nos digan qué es lo que le gusta a sus hijos y qué debería tener el parque”, comentó Cristina Durán.
Parques con más árboles para niñas y niños
El programa LAPIS analiza los resultados de la consulta infantil, es decir, analiza los dibujos y algunas de las explicaciones de éstos compartidas por las y los niños; posteriormente determinan qué juegos reflejan un mayor interés.
“Vemos cuáles juegos se repiten y, por ejemplo, nunca nos había pasado que la mayoría de los niños quisiera jugar a las escondidas. También nos dicen que les interesa el muro de escalar, podemos ver con el colegio que se única a un lado para que se instale un muro de escalar en esa pared”.
“Los niños dibujaron muchos arcoíris y mencionaban la posibilidad de un mural. También comentaban que les gusta jugar con carritos, podemos incluir un lugar para ello; también les gustaría un pasamanos más chico”.
Cristina enfatiza la importancia de escuchar a las y los usuarios de los espacios públicos, a fin de que sean tomados en cuenta.
“Es impresionante cómo los niños se emocionan, participan y comienzan a mostrar mucho interés. Ellos dicen: dije que pusieran los carritos, se van sintiendo parte de esto; también los papás opinan, por ejemplo, que se instalen mesas y sillas, y se sienten motivados de traer a sus hijos al sentir que están diseñados por y para ellos mismos”.
Estas consultas, añade, generan un sentido de pertenencia y también de sostenibilidad, pues son ellos quienes permanecerán vigilantes de que la nueva infraestructura no se dañe.
Comunidad y reciclaje en el parque
La propuesta se emite en dos semanas, luego de que el equipo analiza los resultados de la consulta y diseña el tipo de juegos que se instalarán; más tarde se reúnen con los donantes y regresan a la comunidad.
“Este proceso puede tardar cerca de tres semanas. La idea es que sientan que validaron rápidamente lo que ellos propusieron. Después del taller se realiza también la cotización de manera simultánea. Intentamos que se instale super rápido, como en dos meses a lo mucho”.
La intervención culmina con una “fiesta vecinal” para la instalación e inauguración de la infraestructura en el espacio intervenido.