Nombre común: |
Palma abanico |
Nombre científico: |
Washingtonia robusta |
Familia: |
Arecaceae |
Descripción
La Washingtonia robusta, también conocida como palmera de abanico mexicana o palmera mexicana, pertenece a la familia de las Arecaceae, conocidas como palmáceas, una familia de monocotiledóneas. Su aspecto una vez está la palmera crecida es impresionante, ya que puede llegar a los 30 metros de altura si reúne las mejores condiciones. Su forma es bastante curiosa, comienza con un tronco engrosado que a medida que va alcanzando altura se vuelve más delgado.
Las forma de sus hojas recuerdan a las de un abanico y la forma de los frutos que produce son esféricos, en grandes cantidades, de color negruzco y de medio centímetro de diámetro. Normalmente se le da un uso ornamental, sobre todo para climas subtropicales y templados.
Género dedicado a George Washington (1732-1799), primer presidente de Estados Unidos. Por su parte, el nombre científico de robusta, lo toma por tener el mayor porte dentro de las Pitchardias. Es la palmera de crecimiento más veloz, más rústica y más económica.
Necesidades ambientales
La palmera mexicana necesita una exposición directa al sol. Tomemos en cuenta que en casi todas las partes del país siempre se encuentra soleado, y que casi nada le hace sombra a esta palmera, pero al principio y recién plantada tolera un poco de sombra, así que no presenta mucho problema en ese momento de su colocación.
En cuanto a la temperatura, resiste heladas de hasta -5 ºC y normalmente en ese aspecto no suele haber ningún problema, y mucho menos con respecto a temperaturas altas, ya que piensa que son nativas del propio desierto americano.
Esta especie aunque se plante en suelo pobre naturalmente, poco profundo o compacto, esto no es lo ideal para esta planta, el suelo ideal para su optimo crecimiento es aquel que sea profundo, permeable, con buen porcentaje de materia orgánica, la palmera mexicana está acostumbrada también a crecer en ambientes húmedos (paseos en ciudades costeras) y salinos.
Usos
La elegancia y altitud de esta palmera mexicana da un buen toque ornamental en bulevares, carreteras y avenidas de gran tamaño. Como tolera los ambiente salinos, podremos observarla plantada en paseos marítimos. Además de en alineaciones, también se pueden plantar formando grupos que resalten sobre un pradera de césped y en áreas abiertas.
Los ejemplares jóvenes cultivados en contenedor pueden destinarse a patios, terrazas o jardines pequeños. En la zona de origen, las hojas se usaban en los entierros y donde tiene más arraigo utilizan las yemas, flores y frutos con fines alimenticios. La madera la emplean para fabricar algunos utensilios caseros o para leña.