¿Qué es el Placemaking? Conoce más


¿Sabes qué es el Placemaking? Esta técnica permite crear ciudades y comunidades que salgan desde los mismos ciudadanos, que son quienes viven la ciudad día a día. Conoce de qué se trata y los puntos a seguir para poder llevarla a cabo.  

¿Qué es el Placemaking?

Placemaking es un enfoque multifacético para la planificación, diseño y gestión de los espacios públicos. Se trata de mirar, escuchar y hacer preguntas a las personas que viven, trabajan y juegan en un espacio determinado, para descubrir sus necesidades y aspiraciones. Toda esta información se utiliza entonces para crear una visión común para ese lugar. La visión puede convertirse rápidamente en una estrategia de implementación. Estas podrían ser buenas soluciones a corto plazo y, además, puede traer beneficios a los espacios públicos y las personas que los utilizan. Placemaking saca provecho de los activos de una comunidad local, la inspiración, y su potencial, en última instancia. Así como de la creación de buenos espacios públicos que promuevan la salud de las personas, la felicidad y el bienestar.  
Placemaking es un proceso colaborativo para recuperar el espacio público y maximizar su valor compartido es tanto un concepto como una herramienta práctica, que busca la mejora de un barrio, ciudad o región. Placemaking es hacer urbanismo desde las personas - Fundación Place Making México
  qué es el placemaking  

Elementos para hacer Placemaking

  1. Hacer caso a la comunidad

El primer paso para diseñar un espacio público es fijarse en las costumbres que tienen y las actividades que realizan los miembros de la comunidad. Ellos  pueden proporcionar información del día a día y de sus necesidades.

  1. Crea un lugar, no un diseño

El objetivo es crear un lugar que tenga una imagen y un entorno cómodo y atractivo que colectivamente sumen algo más que la suma de sus partes.

  1. Buscar socios

Escuelas, locales, museos, que se involucren en las actividades del espacio, brinden apoyo y ayuden a que el proyecto despegue correctamente.

  1. El primer paso, es la observación

Observando como los usuarios utilizan el espacio, es muy fácil entender qué es lo que falta en él para que se puedan desenvolver correctamente todas las actividades.

  1. Tener una visión

La visión de un espacio tiene que surgir de cada comunidad, para así conseguir  introducir un sentido de orgullo en las personas que viven y trabajan en el área.

  1. Empezar primero por lo más rápido y más barato

Los espacios públicos se caracterizan por su complejidad, por ello muchas veces es difícil hacer todo bien desde un inicio. Experimentar con pequeñas mejoras fáciles a corto plazo ayudará a probar nuevas ideas e ir redefiniéndose durante el paso del tiempo. Ejemplo de ello sería el uso de asientos, jardines comunitarios, murales, etc.

  1. Triangular

Hablamos del proceso mental a través del cual un estímulo exterior proporciona un vínculo entre personas. En el espacio público, dicho fenómeno puede verse facilitado, o no, según los elementos que lo conforman y su distribución.

  1. Obstáculos

Los obstáculos son inevitables cuando se “crean lugares” ya que se trata de un proceso enormemente complejo.

  1. La forma es la base de la función

Las aportaciones de la comunidad y de posibles socios, la experimentación y la superación de detractores y obstáculos proporciona el concepto del espacio.

  1. No es una cuestión de dinero

Los elementos que acostumbran a hacer funcionar bien un espacio público no son caros. Además, cuando se trata de un proceso participativo, los costes suelen considerarse mucho más amplios y no son significativos en comparación con los beneficios.

  1. El proyecto nunca está acabado

Las necesidades de un espacio público son muy cambiantes, las cosas se desgastan y se rompen. Es importante tener la flexibilidad de gestión para realizar estos cambios.

     
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